Guía de lijado de detalles para principiantes

¿Qué es el lijado? ¿Por qué lijamos? Un buen lijado puede convertir un proyecto mediocre en uno excelente. La madera recién salida del aserradero tiene un aspecto áspero, y suele estar llena de hendiduras y otras marcas. Lijar la madera ayuda a alisar la superficie y a resaltar la belleza de la veta natural de la madera. Y no solo de la madera: las herramientas de lijado pueden eliminar el óxido del metal y pulir la fibra de vidrio. Además, el lijado sirve para preparar una superficie que se vaya a pintar, ya que garantiza que la pintura (o el barniz) se aplique sin problemas y tenga el mejor aspecto posible. El lijado es uno de los pasos más importantes a la hora de determinar el acabado final y la calidad de un proyecto.

Lo más importante que tienes que saber: cuanto mayor sea el grano de la lija, más liso será el resultado. El "grano" son las partículas de arena que componen el papel de lija. El papel de lija con partículas más grandes, menos numerosas y más distanciadas entre ellas se conoce como "de grano grueso". Cuanto más pequeñas y compactas sean las partículas, más fino será el grano. El papel de lija grueso elimina las imperfecciones más rápidamente y con menos esfuerzo que el papel de lija fino. Es estupendo para dar forma o nivelar. El grano fino se utiliza para las últimas fases del lijado de la madera, para alisar y pulir. Empieza con un grano más grueso para nivelar la madera, y luego pule los arañazos con granos más finos hasta alcanzar el liso deseado. Entre grano fino y grano grueso tienes una amplia gama de granos diferentes con los que asegurarte de obtener el nivel de lijado deseado.

La herramienta de lijado a utilizar depende de la superficie que vayas a lijar. Para grandes superficies, nada mejor que una lijadora estacionaria de alta velocidad. Aparte de esas máquinas, puedes utilizar papel de lija solo, papel de lija con un bloque de lijado, en una herramienta oscilante o en una herramienta rotativa como la multiherramienta Dremel. Las técnicas de lijado a mano son ideales cuando solo es necesario un lijado ligero, o cuando la superficie es bastante blanda. Mucha de la gente que trabaja la madera prefiere las herramientas oscilantes para las superficies planas, y la multiherramienta Dremel para trabajos detallados y zonas de difícil acceso. Por ejemplo, las patas decorativas de una silla serían imposibles de alisar con la superficie plana de una herramienta orbital.

Accesorios de lijado Dremel por orden de grosor: Bandas de lijar: Lo mejor para superficies y bordes planos. Los granos más gruesos eliminan más material. Ideales para dar forma a la madera. Rueda lijadora de abanico: Se mueven con el material, por lo que son adecuadas para superficies contorneadas. Discos de lijado: Menos gruesos que las bandas y las ruedas lijadoras de abanico. Adecuados para dar una ligera forma y eliminar astillas. Cepillos abrasivos: Perfectos para el lijado de elementos pequeños, como ranuras. Eliminan la capa superficial sin dañar lo que hay debajo. Discos de pulir abrasivos: Accesorios flexibles que adoptan la forma de lo que se esté lijando o puliendo. Ideales para zonas de difícil acceso.

El lijado genera bastante polvo, por lo que siempre hay que llevar una máscara antipolvo y lijar en una zona bien ventilada para evitar inhalarlo, sobre todo cuando se lijan materiales como fibra de vidrio o metal. Plantéate también el uso de gafas de ventilación directa, que tienen un sello de espuma para que no te entren partículas en los ojos.

El lijado se usa en la preparación y el acabado de proyectos, por lo que es importante que lo que vayas a lijar no se mueva. Las almohadillas antideslizantes son ideales para sujetar piezas planas de madera durante el lijado. También puedes usar, sencillamente, una pinza o un torno.

Ya hemos hablado mucho de cómo funciona el lijado para preparar una superficie para pasos posteriores como la pintura. Pero antes de lijar es importante hacer algunos preparativos. preparar la superficie antes de encender la herramienta de lijado. Limpia la superficie con un paño húmedo, y asegúrate de que esté seca antes de empezar a lijar. ¿Y si estás en medio del lijado y quieres cambiar a un grano más grueso? Utiliza una aspiradora. También puedes utilizar un cepillo, pero con un aspirador eliminarás todo el polvo y evitarás que salga volando. Si trabajas con madera, un aspirador también evitará que el polvo se meta en las vetas de la madera.

¿Qué es lo más difícil a la hora de lijar? ¡Saber cuándo parar! También depende del acabado que busques. Si vas a darle un tinte ligero a la madera, querrás que la superficie quede lo más lisa posible. Los arañazos de un grano grueso absorberán más el tinte y harán que esas zonas se vean más oscuras. Esto significa que debes terminar con un grano muy fino. Este tipo de acabado requiere un poco más de paciencia y varios niveles de grosor. Para comprobar si hay arañazos, ilumina la superficie desde un ángulo con una linterna: los arañazos proyectarán sombras. Por el contrario, si vas a utilizar varias capas de pintura, no hace falta lijar tan fino.

Tanto si piensas teñir como pintar la superficie recién lijada, tienes que asegurarte de que esté limpia. Con el aspirador eliminarás la mayor parte de la suciedad, pero seguirá dejando restos de serrín u otros residuos. Para deshacerte del polvo sobrante tienes a tu disposición una gran variedad de complementos. Elimina hasta las motas de polvo más finas una esponja húmeda o un paño de adherencia. A medida que la madera se seque, las fibras sueltas se irán levantando. Cuando se haya secado por completo, lija ligeramente toda la superficie con el papel de grano más alto. Por último, un paño limpio y un poco de alcohol isopropílico eliminarán los últimos restos de polvo. Ya tienes tu superficie perfectamente preparada para una capa (o dos) de barniz o pintura sin polvo de por medio. ¡Buen trabajo!